Nada que perder.

Espanya i Catalans. Cataluña:




Me parece tremendo que una persona elegida por arte de birlibirloque como representante de todos los catalanes, tras ser bendecido por quien está fugado del país por golpista, lance un órdago tan impropio para una figura (o un figurante) cuyo cargo lleva implícito algo tan cuestionable, visto lo visto, como es eso de “muy honorable”.

Aunque sea con otras palabras carece de sentido que esa persona, que siempre debería tener en cuenta que da la cara por todos y no solo por sus palmeros lacistas, salga con argumentos del estilo: “de perdidos al río” o “para lo que me queda en el convento…”. Lo considero inapropiado y muy preocupante, porque todos sabemos cuáles son las derivadas de usar como ariete el “nada que perder”, en manos de un fanático.

Es posible que uno se crezca ante una situación que, tal y como hemos visto en su reciente visita a Madrid, le pone en valor y equidad con otro encumbrado que representa a todos los españoles, con unos costes que ya iremos conociendo, tras saciar su ego y sin importarle poner en riesgo una nación como la nuestra.
Intentando ponerme en lugar de ese impresentable (hablo del que se desplazó desde Barcelona), no hay duda de que debe sentir que las cosas le van viniendo rodadas. Con la nueva Presidencia de la nación puede plantarse en Moncloa con el pin golpista en la solapa sin que pase nada, se le pone en plano de igualdad representando a una parte del todo, se evita la presencia de la Guardia Civil en la recepción para su comodidad e, incluso, dispone de impunidad para lanzar sus mensajes frentistas, avisando de que hará lo que quiera (o quiera su amo) porque le interesa y motiva seguir adelante con el circo que, por cierto, cada vez tiene su cartel de artistas más cerca de casa.

No es recomendable ser pesimista pero, sabiendo que a los independentistas se les debe el logro de la Presidencia del Gobierno, hemos de estar preparados para ver como el socialismo acabará siendo condescendiente con el golpismo.


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