El partido de Colau se desmiembra a las puertas de las generales.
Espanya i Catalans, Cataluña:
Colau a la Carrera
Ada Colau se juega el
ser o no ser en los próximos tres meses. La continuidad de la carrera política
de la alcaldesa de Barcelona depende de que consiga la reelección, pero su
partido llega en las peores condiciones posibles al endiablado ciclo electoral
que se avecina. Sumido en una espiral de deserciones, luchas internas y
escisiones, los comunes afrontan con total división los comicios generales del
28 de abril y las municipales del 26 de mayo.
La coalición de izquierdas que
integra a Podemos en Cataluña comenzó a desmembrarse en septiembre. A la vuelta
del parón estival, Xavier Domènech, muro de contención de Catalunya en Comú,
comunicaba que abandonaba la vida política, harto de lidiar entre la facción
que defendía un acercamiento todavía más explícito al independentismo y la que
apostaba por volcarse en la agenda social, regresando al espíritu fundacional
que permitió a Colau alzarse con la Alcaldía de la capital catalana en
detrimento de Xavier Trias, allá por 2015.
La salida de Domènech
se cerró en falso y Colau nunca fue capaz de apaciguar al sector soberanista de
su partido, que continuó urdiendo su estrategia de espaldas a la dirección y
está consumando su traición a las puertas de la campaña del 28-A. La artífice
del plan es Elisenda Alamany, portavoz del grupo parlamentario de los comunes
hasta el mes de octubre, cuando perdió el cargo después de lanzar un duro
manifiesto contra Colau que también servía como carta de presentación de la
corriente secesionista del partido: Sobiranistes. Antes de ser relevada,
Alamany acusó a la alcaldesa de llevar el partido a la «deriva» al «dejar de
reivindicar el soberanismo y dejar huérfanos a muchos soberanistas».
Alamany
abandonó definitivamente el grupo parlamentario de Catalunya en Comú el pasado
martes aprovechando el interés de ERC en absorber a la corriente que lidera
para dar el sorpasso a los comunes tanto en las generales como en las
municipales. Alamany y el partido liderado por Oriol Junqueras ya negocian las
condiciones de la integración de Sobiranistes, en una operación que los
republicanos efectuaron con éxito en su día para fagocitar a la escisión
separatista de Unió -Demòcrates- y a la del PSC -Més-, que entonces lideraba
Ernest Maragall, ahora reconvertido en candidato de ERC a la Alcaldía de Barcelona.
La
maniobra no finaliza ahí. Joan Josep Nuet -miembro de los comunes procesado por
desobediencia por formar parte de la Mesa del Parlament que permitió aprobar
las leyes de desconexión y votar la declaración unilateral de independencia-
quiere seguir los pasos de Alamany. Además de miembro del sector soberanista de
los comunes, Nuet lidera la formación de izquierda Comunistes y anteayer
propuso formalmente aliarse con ERC para las generales, debilitando todavía más
al partido de Colau ante el primero de los retos electorales que deberá
acometer.
La alcaldesa de Barcelona digiere el golpe mientras barrunta la lista
de las generales, cuyo candidato todavía está por designar. Y también existe
pugna interna en este capítulo, en este caso entre dos pesos pesados del
Gabinete de Colau en el Ayuntamiento: sus tenientes de alcalde Gerardo
Pisarello y Jaume Asens. El primero decidió no repetir en la lista de las
municipales y se postulaba como candidato de los comunes a las elecciones
europeas, pero el adelanto de las generales ha hecho que ahora quiera optar a
aterrizar en el Congreso. La misma pretensión tiene Asens, que fue anunciado
como número cuatro de la lista de Colau para las municipales, pero ya ha
declarado que está dispuesto a abandonar el Consistorio para poner rumbo a
Madrid. El ya diputado en el Congreso Joan Mena es la tercera opción en liza,
aunque, a priori, cuenta con menos opciones.
Después de ser la fuerza más votada
en las generales de 2016, al obtener 12 escaños frente a los nueve de ERC, los
comunes miden su crédito antes de la batalla más relevante para su líder: la de
Barcelona.
Publicado en El Mundo: